Sabemos que el aseo en casa es una de las funciones más importantes de una familia, ya que, siempre queremos mantener nuestros espacios y enseres en las mejores condiciones de uso. A veces hay situaciones fortuitas en las que por accidente manchamos muebles o camas, esto genera situaciones incómodas como el hecho de mojar nuestro colchón, algo que podría afectar su funcionamiento a futuro si se vuelve recurrente, pero que no es grave si tomamos ciertas medidas y tenemos en cuenta los trucos que vamos a compartir a continuación.
Un colchón es una estructura diseñada para mantenerse seca y alejada de humedades, ya que, estas podrían generar deterioro y olores incómodos en caso de que no se haga un proceso de limpieza y secado adecuado. Si por algún motivo derramas sobre tu colchón bebidas o se te moja en medio de una mudanza no te preocupes, puesto que existen métodos de secado que minimizarán el daño en caso de actuar con celeridad.
Lo primero que debemos hacer cuando vamos a limpiar un colchón mojado es detectar las zonas húmedas y actuar con rapidez. Con paños o toallas intenta retirar el exceso de líquidos que sea posible. Esto es esencial porque mientras más rápido actuemos evitaremos que la humedad se expanda por capas más profundas del colchón. Si el perjuicio es superficial podremos garantizar que el núcleo de la estructura acolchada se vea afectada, esto es importante porque en la medida que esta zona esté intacta podremos garantizar que no se afecte la vida útil del colchón.
Cuando hayas retirado los excesos y las toallas no absorban más líquidos cerciórate de retirar posibles manchas frotando la superficie del colchón con un cepillo o esponja previamente sumergido en una mezcla de agua tibia y jabón neutro. Esto se usa especialmente cuando los accidentes son con jugos o refrescos que dejan manchas oscuras. Ten cuidado de no restregar la mancha con esponjas muy húmedas o con exceso de jabón, puesto que podríamos volver a mojar la zona; lo ideal es realizar esta limpieza con cepillos ligeramente húmedos que no pasen de la parte exterior del colchón.
Cabe mencionar que uno de los trucos preventivos que más nos va a ayudar a evitar afectaciones graves al momento de tener un accidente sobre nuestro colchón y mojarlo es tener una tela protectora que vaya siempre debajo de la sábana. Existen diferentes tipos de cubre colchón, incluso algunos son fabricados con materiales impermeables o anti transpirables, que nos darán tiempo de actuar cuando tengamos un accidente, ya que, reducirá la velocidad con la que el líquido penetra las capas internas de nuestro colchón.
Luego de tener controlada la situación, haber actuado rápido para secar el exceso de líquidos y eliminar las posibles manchas podremos empezar el proceso de secado del colchón. La recomendación principal para llevar a cabo esta función es detectar qué lugar de nuestra casa es el más adecuado para realizar el proceso. Busca patios donde el sol caiga directamente, balcones amplios con buena ventilación o terrazas en las que tengas ambas condiciones: sol y viento. Si vives en apartamentos donde no haya este tipo de espacios puedes recurrir a habitaciones con ventanas grandes o corredores donde quepa el colchón parado, esto con el fin de que la estructura pueda respirar y recibir el sol por ambas caras.
Luego de que tengamos ubicado el colchón en el lugar más adecuado de la casa vamos a dejarlo un buen tiempo ahí para que pueda evaporar las humedades paulatinamente. Hay que tener mucho cuidado con el tema del tiempo, puesto que el secado es un proceso lento que requiere paciencia. Si recurres a ubicar el colchón en espacios cerrados puedes ubicar un ventilador tradicional que golpee la superficie y dé un poco de celeridad al secado.
Bajo ninguna circunstancia utilices secadores de pelo o ventiladores de aire caliente, debido a que esto puede dañar los tejidos, hará que la tela de la superficie del colchón se torne amarillenta, además, el calor contribuye a que se propaguen las bacterias. Recuerda siempre propiciar espacios frescos en donde el secado sea paulatino.
Algo que debes evitar hacer en todos los casos es creer que el colchón está seco simplemente porque la capa exterior parezca seca, recuerda que lo más importante es no tener humedades en las capas interiores del colchón, ya que es en estas zonas donde se pueden causar los mayores deterioros a futuro.
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