Los colchones son uno de esos acompañantes silenciosos con los que convivimos día a día, pero que muchas veces no notamos su presencia, debido a que estamos inmersos en la rutina. Su buen uso y cuidado determina en gran medida la manera con la que afrontamos nuestras obligaciones diarias, y aunque no es un salvador que nos recargará de energía sí puede ser un factor determinante que nos ayudará a cuidar nuestra salud. Es por eso que cuidar y entender cómo funcionan los colchones nos será útil para elegir alguno cuando debamos comprar o cambiar el que ya tenemos y para mantener un estado de limpieza y confort que ayudarán a cuidar nuestra salud.
A continuación, te presentaremos 10 mitos y realidades sobre los colchones que te serán útiles al momento de cuidar tu salud y prolongar la vida útil de este, algo que sin duda alguna nos ayudará a ahorrarnos unos pesos y varios dolores de espalda. Recuerda que puedes poner en práctica los consejos que aquí te brindaremos, entrando en la página web de Colchones Fantasía, comparando estilos, materiales y tipo de colchón, hasta descubrir el ideal para ti dependiendo de tus condiciones.
1. Voltear los colchones periódicamente ayuda a prolongar su uso. REALIDAD.
Esta práctica ayuda a reducir el deterioro del colchón, básicamente porque, al dormir, el peso de nuestro cuerpo tiende a recaer más en un lado que en otro, sin embargo, cuando cambiamos de posición nuestro colchón esta presión se nivela y el esfuerzo se distribuye mejor. Hay que tener en cuenta qué tipo de colchón tengo en casa teniendo en cuenta que algunos están diseñados para ser usados por una sola cara y no por las dos, en este caso el cambio de posición debe hacerse girando los lados de la misma cara. En líneas generales, se recomienda hacer estos cambios de posición por lo menos 4 veces al año sin importar las condiciones de cada colchón.
2. Los colchones gruesos y con más capas son mejores. MITO.
Aunque a priori suena lógica esta afirmación, no obstante, lo que determina la verdadera calidad de los colchones es su núcleo, es decir, su parte central. Una recomendación que puede ser útil para determinar si la espuma del núcleo de un colchón es de buena calidad es calculando su peso, teniendo en cuenta que un buen núcleo debe pesar más de 30 kilos. Si ves colchones muy grandes, con muchas capas y un peso muy liviano es una señal contundente para desconfiar de su calidad. Muchas empresas fabricantes y distribuidoras de colchones se enfocan en hacer mercadeo resaltando terminados con materiales antitranspirantes o que mantienen la temperatura fresca, estos son detalles que suman calidad, pero si no se complementan con un buen núcleo serán accesorios poco útiles.
3. Hay que limpiar los colchones cada mes. REALIDAD.
El uso que se le da a los colchones los expone constantemente a diferentes fluidos que pueden generar mugre o malos olores, además, son perfectos para la proliferación de pequeños insectos como los ácaros. Teniendo en cuenta lo anterior, es necesario contrarrestar esta situación y mantener una higiene adecuada en el lugar donde descansamos y estamos más al descubierto como lo es la cama. Es recomendable hacer un proceso de limpieza del colchón una vez al mes.
Una técnica que puede ser útil y sencilla para realizar estas limpiezas es sacar el colchón de la base, ponerlo parado en un lugar cercano a una ventana o un balcón y luego esparcir por ambas caras, con un atomizador, una mezcla de agua o alcohol y un par de cucharadas de bicarbonato. Luego, se deja allí una hora para que la mezcla haga su efecto y se seque. Finalmente, se vuelve a poner sobre la base.
4. Los colchones tiene siempre la misma vida útil. MITO.
Aunque un estimado dice que los colchones deben cambiarse cada 8 años, esta afirmación no es del todo precisa, puesto que su vida útil depende estrictamente del tipo de uso que se les dé. Cuando los colchones son utilizados solamente para dormir en las noches y no reciben otro tipo de usos continuos durante el día, a lo mejor tengan una durabilidad de 8 años. No obstante, cuando se aprovechan sus bondades durante el día para otras actividades como: ver televisión, leer, o en el caso de los niños, jugar encima de ellos, por obvias razones van a perder su resistencia en menos tiempo.
En definitiva, el cambio de un colchón y su vida útil lo determinan más el uso que un estimado de tiempo determinado.
5. Deja respirar tu colchón recién comprado al sacarlo de la bolsa. REALIDAD.
Cada vez que compramos un colchón nuevo este viene empacado en un plástico que lo protege desde que terminó su fabricación. Durante el proceso de transporte y almacenamiento se expone a lugares con altos niveles de componentes químicos, sumados a los que tiene de fábrica el colchón internamente, llegando a emanar olores concentrados que pueden ser molestos. Ante lo mencionado anteriormente, es preferible dejar respirar el colchón 1 o 2 horas antes de tenderlo con nuestras sábanas y almohadas.
6. Doblar el colchón deteriora su calidad. REALIDAD.
Siempre se recomienda tener bases o estructuras de camas hechas a la medida del colchón que se use, básicamente porque, si este no entra con naturalidad (base o estructura de cama), sino que se mete a presión, este tenderá a doblarse en algún sector, haciendo que sus soportes, resortes y espumas no puedan distribuir el peso de manera adecuada.
7. Los colchones se deterioran con saltos y golpes fuertes. REALIDAD.
Aunque los colchones estén fabricados con materiales elásticos o espumas blandas, sus estructuras están diseñadas para pesos altos y continuos, no para golpes o saltos esporádicos. Esto suele verse reflejados en camas de niños menores en las que después de un tiempo de juegos y saltos los colchones se pueden notar desnivelados o con fallas en los soportes de ciertos sectores.
8. Si tengo problemas de espalda debo dormir sobre colchones rígidos. MITO.
Es necesario aclarar que los colchones no son la causa ni la solución de los problemas en la espalda, eso sí, un colchón adecuado ayuda a que el cuerpo descanse mejor. Lo que debe revisar en detalle una persona con problemas de espalda es que el colchón le brinde un equilibrio entre la comodidad y el soporte.
9. Se deben airear el colchón diariamente. REALIDAD.
Cada mañana al levantarnos es recomendable quitar todas las cobijas y almohadas, abrir las ventanas y dejar durante 10 minutos que los colchones respiren mientras nos duchamos o preparamos el desayuno. Esto ayudará a refrescar las capas del colchón y permitirá que se escapen olores concentrados de posible sudor y otros fluidos.
10. Las personas pesadas deben usar colchones duros o semiduros. REALIDAD.
Los colchones manejan una escala internacional que va del 1 al 10, en donde 1 es la más dura y 10 es la más blanda. La tendencia indica que las personas más pesadas suelen estar más cómodas en camas duras y semiduras, básicamente porque, el colchón les brindará mayor equilibrio evitándoles desniveles en el cuerpo.